viernes, 7 de septiembre de 2012
miércoles, 9 de mayo de 2012
El RE-ACOMODO IMPERIALISTA Y LAS NUEVAS TAREAS DE LUCHA EN INDOAMÉRICA
Antes de la simbólica caída del muro
de Berlín el mundo se dividía en países de la llamada órbita capitalista y
países de la órbita socialista, ambos dirigidos por EE.UU. y la entonces Unión
Soviética respectivamente, eran tiempos de bipolaridad mundial en la que dichas
potencias se disputaban la hegemonía del mundo, tiempos de amenaza latente de
guerra nuclear, de dominio económico e intromisión militar en los países de sus
área de influencia, eran tiempos del imperialismo de viejo cuño, el imperialismo
de Estado. Dichas potencias ejercían su dominio económico con marcadas
diferencias: en la órbita socialista esta dominación se manifestaba a través de
los partidos únicos que en sus países satélites imponían gobiernos y permitían
la total sujeción a las políticas del poder soviético ruso; en la órbita
capitalista dicha dominación era a través de las empresas imperialistas que
expoliaban recursos y drenaban la economías de los países sometidos con el
respaldo del gobierno norteamericano que con corrupción y hasta con prepotencia
militar imponía gobiernos pusilánimes a dichos intereses.
Después de la caída del muro de Berlín
y la debacle del sistema soviético se configuró un mundo unipolar bajo la égida
de EE.UU. que permitió a las empresas imperialistas su reingeniería ante un
mercado global y único que trajo como consecuencia una nueva división
internacional de trabajo y sobre todo mayores niveles de autonomía respecto a los
gobiernos, inclusive el de EE.UU., el otrora guardián de sus intereses. Muchos de sus “gurús” hablaban de prescindir de los Estados y crear un gobierno
mundial dirigido por los empresarios y de conformidad con sus intereses. Lo que
no percibieron era que la caída del sistema soviético iba a despertar viejos
nacionalismos teocráticos en sus ex colonias que, en el extremo del fanatismo, provocarían
los atentados del 11 de setiembre de 2001 que le permitió a EE.UU., dentro ese
terrible drama, retomar su papel de guardián y cancerbero del imperialismo y
arrasar con brutalidad criminal a Irak.
A más de 10 años de dichos atentados
se vislumbra un mundo multipolar con nuevos protagonistas entre los que
sobresalen: la Unión Europea, China, la Rusia “democrática”, entre los principales;
aunque EE.UU. aún mantiene su poderío militar y su función policiaca de
custodio de los intereses del capitalismo. Lo novedoso aquí es que EE.UU., la
Unión Europea y el mundo capitalista atraviesan una larga crisis que ya lleva
varios trimestres, mientras que las empresas multinacionales “exitosamente” se
han expandido globalmente transcendiendo fronteras, eludiendo controles
nacionales, sobreexplotando recursos, contaminando el ambiente y mal barateando la mano de obra nativa
obteniendo por ello altos niveles de rentabilidad, presentándose así una
extraña paradoja a considerar en los nuevos paradigmas antimperialistas “los
otrora países imperialistas están quebrados y las empresas transnacionales
imperialistas siguen multiplicando sus ganancias”. Como resultado de
ello o por ello los gobiernos imperialistas tienen cada vez menos poder
económico mundial pero inmensa fuerza militar y las empresas multinacionales un
creciente poder económico mundial y con cada vez mayores niveles de autonomía
respecto a los gobiernos imperialistas.
A contrapelo de lo que les sucede a
los países imperialistas, Indoamérica- aparentemente- atraviesa por una etapa
de bonanza económica “gracias” a la explotación de sus materias primas por
parte de las empresas multinacionales, que a su vez por ello, perciben ingentes
ganancias, según la CEPAL en la última década la repatriación de las utilidades
de las empresas extranjeras que operan en América latina, se cuadriplicó de 20
mil millones a 84 mil millones de dólares habiendo alcanzado en el 2008 el tope
de 93 mil millones de dólares; dicha explotación además de representar una expoliación
también constituye una de las peores formas de agresión por los daños
colaterales irreparables sobre el medio ambiente, la agricultura, el agua, la
salud de las personas, etc. que de continuar nos puede llevar a convertirnos en
un subcontinente de países fallidos, subdesarrollados y sin futuro.
Si bien la culpa de la situación se
debe al contubernio de la mayoría de los actuales gobiernos con las empresas
imperialistas, por lo que la primera tarea debe ser política, también es importante
ir preparando y agitando una agenda común para todos los países indoamericanos
de exigencia a las empresas
imperialistas, como:
·
Legislación
ambiental común que obligue a las transnacionales a cumplir con altos
estándares medioambientales, por lo menos los internacionales.
·
Tratamiento
común de inversión extranjera que eleve la participación de los Estados en las ventas
y ganancias de las transnacionales.
·
Obligación
de las transnacionales al uso de tecnologías limpias y a que contribuya a la formación
de profesionales y técnicos nativos.
·
Incremento
de la inversión social y en infraestructura en el área de influencia de la explotación
empresarial.
·
Legislación
laboral común que proteja a los trabajadores y sus familias, con salarios que
les permitan una mejor calidad de vida.
La integración indoamericana es una
meta revolucionaria que nos hará libres y que traerá justicia para nuestros pueblos
pero que deberá realizarse poco a poco encontrando el camino de las tareas
comunes dentro de la lucha antimperialista.
Miércoles, 09 de mayo de 2012.
lunes, 16 de abril de 2012
El triste
papel de la OEA y el fracaso de la VI cumbre de las Américas
La OEA fue creada en 1948 impulsada
por EE.UU. después de la II guerra mundial a raíz de la conformación de la URSS
y de la llamada “órbita soviética” que dividió al mundo en dos, fue visualizada
como un organismo que debería incluir a todos
los países de América y el Caribe para protegerlos del “comunismo” y así garantizar
los intereses imperialistas en el continente. Durante la guerra fría estuvo muy
activa dando cabida a los gobiernos dictatoriales más crueles y desarrollando
estrategias anticomunistas hasta la caída del muro de Berlín y del régimen soviético
que motivó la perdida de interés de Washington deviniendo la OEA, en una organización
burocrática y como siempre, inútil para la defensa de los intereses de los países
indoamericanos.
A la fecha se supone vela por la
democracia y los derechos humanos del continente, hasta se ha aprobado un Carta
Democrática, sin embargo no se penalizan las
violaciones de DDHH de gobiernos de algunos países, como también se
permitió el autogolpe de Estado en el Perú perpetrado por Fujimori el 5 de
abril de 1992.
A pesar que las preocupaciones norteamericanas
están en Medio Oriente y Asía, el imperialismo no quiere perder el control
político en los países latinoamericanos y del Caribe y con la OEA ha previsto
la realización de las llamadas cumbres de las Américas en la que el Presidente
Norteamericano intenta llevar algunas propuestas para mejorar sus relaciones
comerciales, pero sobre todo despacha con los Presidentes de este lado del
continente y de ser el caso, ejercer su derecho a veto cuando vislumbra
acuerdos que no son de su agrado gracias a que las decisiones deben ser tomadas por unanimidad. Aunque hay que mencionar que las últimas cumbres no les han sido cómodas,
por ejemplo la IV cumbre del 2005 en la que George Bush llevó la propuesta del
ALCA, Área de libre Comercio de las Américas, ésta fue rechazada por la mayoría
de los países dentro de un clima popular de rechazo antinorteamericano.
La VI Cumbre de las Américas se
celebró el 14 y 15 de abril en la ciudad de Cartagena, Colombia, con la participación
de 32 países, no asistieron ni Nicaragua ni Ecuador, éste último en protesta
por la no invitación a Cuba. La agenda propuesta contemplaba temas como
integración física y la cooperación regional, la pobreza y la inclusión social,
seguridad ciudadana, desastres y acceso y uso de tecnologías. Los países
centroamericanos proponían la discusión de la despenalización de las drogas,
Argentina el asunto de las islas Malvinas y los países del ALBA la
incorporación de Cuba en las próximas cumbres. El presidente Obama no quiso dar
signos de debilidad, se mostró intransigente aunque tuvo una oscura
participación, no llevó ninguna propuesta y más bien parecía estar más pensando
en su reelección aunque cumplió el ritual de escuchar por separado a muchos
presidentes que pugnaban a hablar con él en privado. Según señala el presidente
anfitrión, se discutieron todos los temas pero en los temas de las islas
Malvinas y la invitación de Cuba a futuras cumbres no hubo unanimidad, el íntegro
de países indoamericanos insistió en incorporarlos en la declaración final
frente a la oposición de EE.UU. y Canadá lo que motivó que no haya declaración final,
pues se ponen todos los acuerdos o ninguno y cada acuerdo debe ser unánime.
En conclusión la VI cumbre de la Américas
fue un fracaso, ni siquiera fue una cumbre declarativa, aunque costó 96
millones de dólares, según la oposición colombiana y según la cancillería “menos
de 25 millones”, sin embargo, por primera vez los países indoamericanos se
mostraron unidos e hicieron escuchar su voz contra el colonialismo inglés, en
el caso de las Malvinas y contra el veto norteamericano a Cuba “esta va hacer
la última cumbre sin la presencia de Cuba”, señalaron los presidentes.
Una vez más se comprueba que los
intereses de Indoamérica y los de EE.UU. son antagónicos y que el foro de la OEA
no es el adecuado, es más ni siquiera es pertinente ni útil, la alternativa es
fortalecer la Comunidad de Estados latinoamericanos y caribeños- CELAC- para tener
un diálogo con EE.UU. y con el resto del mundo de igual a igual, no queda otra
cosa solo la unión nos hará fuertes y solo fuertes podremos conseguir la justicia
social que anhelamos y defender nuestra libertad.
Lima, 16 de abril de 2012
sábado, 25 de febrero de 2012
Declaración Por una
Indoamérica democrática, Libre y Justa
A) La Sociedad que queremos.
·
Aspiramos
a una sociedad global pluripolar y multicivilizacional, en la cual se respete
la diversidad cultural, étnica, idiomática, religiosa o de credo de todas las
naciones y en la que ninguna civilización intente imponerse como universal. En
la que los todos los países estén representados en igualdad de condiciones, no
se permita la hegemonía ni la imposición abusiva en razón del poder económico y
los problemas se resuelvan al amparo del respeto mutuo y la tolerancia,
descartando el armamentismo y la violencia como forma de dominio.
·
Concebimos
un sistema social de igualdad de oportunidades, que no permita la explotación
del hombre por el hombre y se respete la biodiversidad. Un sistema que tenga
como objetivos el bienestar humano y el desarrollo sostenible. En el que lo
social y lo político estén por encima de lo económico.
·
Reconocemos
el mercado como una creación humana nacida de la necesidad de intercambiar
bienes y servicios y las transacciones que se generan, como hechos sociales por
lo tanto perfectibles, controlables y regulables, nunca por encima del hombre y
de sus derechos.
·
Expresamos
que las necesidades humanas son finitas y que su exacerbación por parte de los
grupos monopólicos, deshumanizan al hombre, fomentan la inequidad y solo sirven
para enriquecer a las burguesías que controlan las grandes corporaciones y el
mercado mundial.
·
Declaramos
que los valores humanos, entre ellos la solidaridad, la justicia y la libertad,
deben ser la única base en la que descanse el nuevo sistema político- social y
que tan solo la protección de los débiles, de los niños y de los ancianos deben
ser prioridades aceptables.
·
Reafirmamos
que el trabajo dignifica al hombre y lo reconocemos como única fuente de
riqueza. Repudiamos el lucro por ser producto de la especulación y de la
explotación del hombre por el hombre. Así reconocemos el trabajo como deber y
fuente de derechos del hombre.
·
Creemos
que el desarrollo de la ciencia y la tecnología son patrimonio de la humanidad
y deben estar al servicio del bienestar y la calidad de vida del hombre y no al
enriquecimiento de una minoría ambiciosa y cruel. Su ejercicio y uso exigen
altos niveles de responsabilidad individual y social.
·
Reconocemos
a la libertad, la participación ciudadana y el acceso a la información como
valores en los que deben sustentarse la democracia plena, como forma de
gobierno, en la que todos los ciudadanos participen organizadamente en las
decisiones del Estado y sean respetados en razón de sus derechos como persona.
Donde se gobierne con transparencia, se persiga la corrupción y se aplique la
justicia con equidad.
·
Declaramos
que el hombre- humano, solidario, racional, libre y justo solo se construirá en
la forja de una sociedad de justicia, pan y libertad a la que aspiramos; por
ello resaltamos la lucha como un quehacer creativo, jubiloso y fructífero y
concebimos la nueva sociedad global que buscamos, como una creación de los
pueblos en su lucha contra el imperialismo y por el respeto a su cultura y
civilización.
B). Hacía una Indoamérica democrática, libre y justa.
·
Asumimos
como deber y obligación la búsqueda de un sistema político, social y económico
alternativo al neoliberalismo que priorice al hombre y sus necesidades y esté
subordinado a sus valores esenciales. Rechazamos el “consenso de Washington”,
las políticas neoliberales y todos los modelos foráneos de cualquier color y
desafiamos a los indoamericanos a encontrar nuestro propio camino.
·
Reafirmamos
nuestra aspiración de una Indoamérica unida como única forma de enfrentar al
imperialismo; desarrollar la democracia plena, dignificar nuestros pueblos y
disponer de nuestros recursos con autonomía y sostenibilidad.
·
Entendemos
la integración indoamericana como un proceso mediante el cual, priorizando la
acción antimperialista, nuestros países van encontrando un programa común que
los una hasta lograr una Indoamérica democrática, libre y justa.
·
Creemos
firmemente en una gobernanza indoamericana, como único medio de construir
nuestro propio destino, afrontar los problemas y encontrar soluciones comunes
para lograr la Indoamérica que anhelamos.
Para ello proponemos la siguiente agenda:
ü Construir un organismo de gobierno
indoamericano fuera de la OEA. Sin EE.UU, ni Canadá. Indoamérica para los
indoamericanos.
ü Permanente acción contra todo
imperialismo. Ni con el viejo ni con el nuevo imperialismo. Contra todo imperio
o transnacional imperialista que trate de dominar nuestra América morena.
ü Organizar un mercado común
indoamericano que permita concertar ofertas y demandas de bienes, servicios,
fuerza de trabajo, inversión, etc. de todos los países indoamericanos. No a los
TLC bilaterales e imperialistas.
ü Buscar normas comunes de tratamiento
de capital extranjero que protejan el trabajo, el medio ambiente y garanticen
el desarrollo sostenible. No a los Contratos de Estabilidad jurídica abusivos y
depredadores de nuestros recursos naturales y destructores del medio ambiente.
ü Por la concertación de políticas de
defensa y el destierro de conflictos armados entre países indoamericanos y la
creación de instancias de solución de controversias entre nuestros países.
ü Lograr una política común de
protección medio ambiental y de desarrollo sustentable. Por la conservación y
preservación de los recursos naturales y la administración de la energía y el
agua.
ü Por la reivindicación cultural de la
hoja de coca y una política común de lucha contra el narcotráfico y la erradicación de la producción
ilegal de la cocaína. Fuera la DEA y las bases militares de Indoamérica.
ü Por una política común de lucha contra
la pobreza basada en la generación y protección del trabajo de calidad, el
mejoramiento de las condiciones de vida y la atención de los débiles, niños y
ancianos.
ü Por una identidad cultural
indoamericana que revalore el mestizaje, reconozca el aporte de los pueblos
originarios, respete sus culturas y encuentre el camino del progreso y
bienestar para todos.
ü Por una política común de ciencia y
tecnología orientada a la investigación para el mejoramiento de la calidad de
vida humana y a la innovación para el desarrollo de productos competitivos de
alto contenido tecnológico.
ü Por una política educativa común de
valores, democrática, basada en el conocimiento, que fomente el uso de las
tecnologías e incentive la creatividad y el trabajo. Que propicie la
integración social, la capacitación permanente y garantice una Educación
Pública de calidad.
Sin Indoamérica libre no hay país libre, ni
seremos hombres libres
Por eso no olvidamos el llamado y el
compromiso por la lucha nacional pero consideramos que ésta, cual moneda de
dos caras, es indesligable a la lucha por la unidad de Indoamérica
|
miércoles, 15 de febrero de 2012
Presentación
Entendemos por Indoamérica a la vasta extensión del continente americano
comprendida entre el río Bravo y Tierra de Fuego. Asentamiento de culturas y
razas milenarias, fuente de innumerables riquezas, fue agredida por sucesivos
invasores como el imperialismo feudal y mercantilista europeo (principalmente
español y portugués) que motivados por la codicia y la ambición expoliaron sus
recursos y provocaron una de las peores catástrofes demográficas de la época;
posteriormente con las naciones ya emancipadas, es el imperialismo inglés y
posteriormente el norteamericano quienes dominan la economía y la política de
los Estados para explotar sus recursos e imponer sus reglas que hasta la fecha
no han permitido una Indoamérica unida y dueña de su propio destino. Pero
Indoamérica es mucho más, pues así como la conquista europea fue una empresa
militar de rapiña, también fue colonización, imposición de culturas, idiomas,
religión, etc. que tras quinientos años nos ha convertido en un continente
principalmente mestizo -gracias al aporte de nuestros pueblos originarios- de
grandes fortalezas, de singular atractivo por nuestras expresiones culturales y
de un gran potencial.
A la fecha si bien la
conciencia indoamericana se va abriendo paso y existen tímidos intentos de
unión como la Unión de Naciones Sudamericanas- UNASUR y la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños- CELAC, todavía existe una gran presencia
imperialista que impone las reglas y que domina nuestras economías a través de
sus transnacionales que explotan nuestros recursos sin importar nuestro medio
ambiente, que dirigen nuestros mercados imponiendo sus productos y rigen la
políticas de la mayoría de nuestros países. Es misión de este blog, denunciar
dicha situación y auspiciar la unión de los países indoamericanos sin
hegemonismos ni subordinación, como única forma de enfrentar al imperialismo,
ir encontrando un programa común y construir una Indoamérica democrática, libre
y justa.
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